martes, 21 de mayo de 2013

Elecciones a Cortes Constituyente de 1931

El 4 de Junio de 1931 se publicaba en la Gaceta de Madrid el decreto  por el cual las Cortes Constituyentes debían reunirse el 14 de Julio del mismo año.  Para ello, se convocaban elecciones generales el  28 de Junio definiéndose además el  sistema parlamentario republicano  al decretar que este estaría formado por una sola cámara, la de los diputados.
El Gobierno Provisional, durante su etapa como Comité Revolucionario durante los últimos momentos de la monarquía, se había dado un plazo de seis meses para que se reunieran las Cortes Constituyentes una vez tomaran el poder, sin embargo, desde el  14 de Abril hasta la fecha indicada para la formación de la nueva cámara, habrían transcurrido solamente tres meses. Sin duda en el ánimo de los gobernantes republicano estaban los múltiples problemas y conflictos que debía encarar el nuevo régimen y que habían ido aflorando durante el corto periodo de tiempo que llevaba instaurada la República. Especialmente graves habían sido los sucesos que habían desembocado en Mayo en la quema de Iglesias y Conventos, y que no hacían sino demostrar la profundidad del problema religioso (1)













Quema de conventos en 1931
Siendo este uno de los conflictos mas enquistados en la sociedad española, y dada la imposibilidad de que el actual gobierno pudiera dar una solución consensuada de este y otros problemas debido a las diferencias ideológicas que distanciaban a sus miembros los cuales iban, dentro del ámbito republicano, desde la derecha conservadora hasta el socialismo revolucionario, urgía que los ciudadanos eligieran unas Cortes Constituyentes que redactaran una Constitución que marcara el  rumbo a seguir por el nuevo régimen.
No todos los miembros del gobierno están de acuerdo con esta convocatoria. Mientras Miguel Maura pensaba que el plazo del gobierno debería haber durado incluso más allá del plazo marcado con anterioridad de forma que diera tiempo a que se pudiera realizar cierta pedagogía democrática entre una población poco acostumbrada, Lerroux optaba directamente por una dictadura republicana, y achacó posteriormente a Alcalá Zamora falta de responsabilidad a la hora de adoptar esta postura.



















Alejandro Lerroux era favorable a la implantanción de una dictadura republicana
Sin embargo el resto de los miembros del gobierno no querían tomar medidas más propias de los regímenes contra los que habían luchado, y creían inaplazables la resolución democrática de ciertos conflictos.
También había disputas sobre el sistema parlamentario a implantar, así mientras algunos, especialmente Alcalá Zamora, optaban por el sistema bicameral, la mayoría impuso un sistema de una sola cámara, ya que mientras el primero consideraba el senado un contrapeso a la acción legislativa del Congreso, los demás lo creían elitista y una reminiscencia del pasado.
De entre los partidos que formaban el gobierno sin duda los más beneficiados por la pronta convocatoria de las elecciones fueron los socialistas y los radicales ya que eran los únicos que tenían organizaciones en toda España y experiencia en las elecciones del anterior régimen. Los primeros habían salido fortalecidos de su ambigua relación con la dictadura y además no tenían apenas rivales dentro de la izquierda marxista ya que los comunistas eran muy minoritarios y solo en Cataluña existía algún partido socialista de cierta entidad. En el resto de la izquierda obrera, los anarquistas era los únicos que podían considerarse un movimiento de masas, pero aparte de que no participaban en el sistema parlamentario, estaban en pleno periodo de reorganización tras la persecución de que habían sido objeto durante la dictadura.
En el lado estrictamente republicano los radicales habían ido perdiendo militantes en su lento camino hacia el centro político, pero seguían siendo el único partido republicano con la suficiente solera. Solamente los federales si se les admitía como sucesores del partido que marcó el rumbo de la I República podían  disputar a los radicales el título de partido con más tradición en ese momento dentro del republicanismo. El resto de los partidos republicanos eran de reciente formación, como los radicales socialistas y Acción Republicana en la izquierda y Derecha Liberal Republicana en la derecha  y si bien tenían un nicho de votos apreciable, no tenían todavía la organización suficiente.
En cuanto a los regionalistas y nacionalistas, Casares Quiroga controlaba el republicanismo gallego en los momentos previos a su escisión entre republicanos galleguistas y nacionalista, pero el partido del ministro D´Olwer era muy minoritario en Cataluña.  (2)














A pesar de su presencia en el gobierno, el partido de Nicolau D´Olwer apenas pudo hacer competencia a ERC en Cataluña.

Los partidos que formaban el gobierno encararon las elecciones con la idea de presentar unas listas unitarias, lo que se daría en llamar la Conjunción Republicano-socialista, si bien esta fórmula no fue utilizada en muchas circunscripciones debido a diversas causas como las diferencias ideológicas o las ambiciones personales, favorecidas sin duda por la falta de un rival real al que enfrentarse. Hay que tener en cuenta también que las secciones provinciales de los partidos tenían gran autonomía para formar las listas, lo que hacía que hubiera diferencias notables según las circunscripciones.
Sin duda el partido mas perjudicado por la falta de acuerdos para las listas unitarias fue la Derecha Libera Republicana de Alcalá Zamora y Maura. El futuro presidente de la República achacaría en sus memorias  este hecho a la deslealtad del resto del los partidos, si bien estos acusaban, con bastante razón por cierto, al partido derechista de introducir en sus filas a muchos de los antiguos caciques del anterior régimen.  No fue el único caso en que algún partido se quedó fuera de las listas de la conjunción, pero si el mas significativo.
También en ocasiones los republicanos presentaron candidaturas alternativas a las oficiales con el fin de acaparar los puestos teóricamente reservados a las minorías (3).
El resultado final fue la presentación de una candidatura única en nueve circunscripciones, dos candidaturas afines en veinticuatro y varias candidaturas en veinticinco.
Fuera de los partidos del gobierno existía pocos grupos republicanos, solo en Cataluña la reciente creación de ERC basada en dos históricos partidos catalanistas suponía un desafío para ellos, si bien los republicanos catalanes, como se vio posteriormente, estaban totalmente preparados para colaborar con la izquierda republicana. En el resto de España solo la formación de la Agrupación al Servicio de la República, formada por intelectuales de prestigio, o los antiguos constitucionalistas como Alba, Ossorio y Gallardo, Melquiades Álvarez o Sanchez Guerra habían formado listas que se pudieran considerar como republicanas.
En el ámbito no republicano, en la izquierda los partidos eran residuales, empezando por el PCE, sin embargo en la derecha si que existía cierto margen de acción que intentó aprovechar Acción Nacional, partido creado desde el periódico “Debate” y que era dirigido por Ángel Herrera Oria. Solo en el País Vasco, donde todavía se aliaban nacionalistas y tradicionalistas o en Navarra, con una gran tradición de estos últimos, parecía que los grupos no republicanos podían tener unos resultados decentes.


























Ángel Herrera Oria intentó organizar a la derecha no republicana en torno a Acción Nacional.
En definitiva solo cuatro partidos tuvieron un carácter nacional a la hora de presentar candidatos, el PSOE, el radical, el radical socialista y la Derecha Liberal Republicana, aunque no en todos los casos, y sobre todo en este último partido, la cantidad iba acompañada de unos candidatos de cierto prestigio.
El gobierno intentó a través de su Ministro de Gobernación, Miguel Maura, que las elecciones transcurrieran en la más absoluta tranquilidad y sin incidentes que pudieran perturbar la expresión de la voluntad popular. Para ello, aleccionó mediante una nota a todos los gobernadores civiles sobre cual debía ser su actuación durante la campaña electoral y la jornada electoral, exigiéndoles que mantuvieran como representantes de gobiernos una exquisita neutralidad y que se esmeraran para evitar incidentes.
Lo cierto es que las viejas costumbres del régimen anterior seguían latentes, y si bien es cierto que no tuvieron relación directa con los resultados electorales, los gobernadores civiles actuaron además de como tal, como delegados de la conjunción republicano-socialista interviniendo en la elaboración de listas y haciendo de intermediarios entre los distintos partidos del gobierno en su provincia. Sin duda la buena voluntad de Maura y por extensión del gobierno, estaba todavía ajena al concepto de separación entre el gobierno y los partidos políticos que lo componían, pero habían sido demasiados años de practicas caciquiles y fraudulentas para cortarlas de un plumazo.
La campaña electoral transcurrió de forma en general plácida para los partidos del gobierno, seguros como estaban de su victoria y solo preocupados de conseguir una mayor cuota de diputados entre ellos mismos. No lo fue tanto para la incipiente oposición, Gil Robles comenta en sus memorias la tarea hercúlea y en este caso casi estéril para sacar de su letargo y abatimiento a una derecha no republicana fuera de sitio en aquel momento.








Julián Besteiro, a la postre uno de los grandes triunfadores de la jornada,  ejerciendo su derecho al voto.
La jornada transcurrió según el propio Maura como ministro encargado de organizar estas elecciones, de forma placida y con normalidad absoluta, salvo algunos incidentes en Sevilla y Salamanca, habiéndose visto afectado por estos el joven abogado conservador aún desconocido, Gil Robles. Como prueba de esta normalidad presenta en sus memorias Miguel Maura un párrafo aparecido en el periódico antirrepublicano “Debate”:
“Mostraba ayer satisfacción el Gobierno por el desarrollo de las elecciones. Y no sin motivo, ciertamente. El ejemplo de Madrid y el de toda España bien valía esa satisfacción. Unas elecciones como las del domingo para Cortes Constituyentes, a poco más de dos meses de proclamada la República, han transcurrido sin incidentes. En cualquier país, póngase el más culto, no se habría atravesado por momento de tal importancia con menos inquietud en el orden material”.
Los resultados favorecieron, como era de esperar, a los partidos de la coalición republicano-socialista más antiguos y organizados, el socialista y el radical, consiguiendo también unos resultados muy a tener en cuenta dado el poco tiempo que había transcurrido desde su formación, los radicales socialistas. También fueron muy a tener en cuenta el triunfo de los republicanos de izquierda en Cataluña (ERC) y Galicia (FRG), los conseguidos por el semidesconodido partido Acción Republicana de Azaña y los desorganizados federales. Fuera del ámbito republicano los único que consiguieron fueron resultados fueron los tradicionalistas y nacionalistas en Navarra y País Vasco.
Las mayores derrotas aparecieron, salvo los casos anteriormente citados, en el ámbito de las derechas donde Alcalá Zamora y Maura no consiguieron atraer hacia el lado republicano a los votantes conservadores y fuera del campo republicano ni Acción Nacional ni los independientes presentados como agrarios lograron mejores resultados.


Alcalá Zamora y Maura fueron, sin duda, los grandes derrotados
En definitiva, la abrumadora mayoría de las listas formadas por los partidos de la conjunción republicano socialista, ya sea al completo o solo en parte, fueron vencedoras en las distintas circunscripciones.
Conjunción republicano-socialista al completo: 14 circunscripciones, entre ellas Madrid capital, Murcia, Málaga y la provincia de Sevilla.
Conjunción republicano socialista menos DLR: 7 circunscripciones, entre ellas Madrid provincia, Baleares o Almería.
Conjunción republicano socialista menos PRRS: 4, entre ellas Valencia y Sevilla capital.
PSOE en solitario: 5, entre ellas Córdoba y Granada capital, además de Melilla.
La coalición del PSOE y PRRS: 10, contando con Bilbao, Alicante o Valladolid
Partido Radical en solitario: 3, entre ellas Tenerife o Cartagena
Coalición Partido Radical y PRRS: 3, Zaragoza y Teruel
Coalición DLR con los federales: 1 Soria.
PRRS en solitario: 2 Ceuta y Álava
Partido Radical + DLR: 1 Lugo.
Coalición FRG con el PSOE: 1, La Coruña
Coalición FRG con PRR y DLR: 1 Pontevedra.
Esquerra Catalana: 3, entre ellas Barcelona capital y provincia.
Esquerra Catalana con el PRR: 2, Gerona y Lérida.
Agrarios: 2, Burgos y Segovia.
Conjunción entre PNV con Tradicionalistas: 3, Guipúzcoa, Vizcaya y Navarra.
Aunque la valoración del porcentaje por partidos dado el sistema de listas es complicado, la siguiente tabla nos puede dar una idea del apoyo y de la traducción en escaños. Dada la complejidad de la división en grupos, he escogido los partidos que consiguieron más de diez escaños, siendo el total
Partido Político
% Votos
Escaños
% Escaños
PSOE
21,4
120
24,6
Radical
15,1
81
16,6
Radical Socialista
11,8
61
12,5
Derecha Liberal Republicana
8,9
27
5,5
ERC
6,7
31
6,4
Acción Republicana
4,1
22
4,5
Republicano Federal
3,2
17
3,5
Republicanos Independientes
2,4
15
3,1
Agrarios
3
12
2,5
Federación Regionalista Gallega
2,2
16
3,3


Otros partidos políticos de cierta significación o que la tendrían en el futuro fueron:
Partido Político
% Votos
Escaños
Acción Nacional
1,9
5
Lliga Regionalista
1,8
3
Nacionalista Vasco
1,5
7
Asociación al Servicio de la Republica
1,3
7
Tradicionalistas
1,1
4
PCE
0,8
0


Tomando como referencia la actuales comunidades autónomas (4), los tres partidos más votados en cada una de ellas serían:

Comunidad Auton.
1º partido
%
2º partido
%
3º Partido
%
Andalucía
PSOE
36,8
PRR
15,7
DLR
11,1
Aragón
PRR
28,2
PRRS
27,2
PSOE
16,7
Asturias
PSOE
27,3
PRR
27,1
PRF
12,5
Baleares
Rep. Autónomos
24,4
PRF
19,1
DLR
17,3
Canarias
PRR
42
PSOE
26,6
PRF
18,2
Cantabria
PRF
23,7
PRRS
22,2
DLR
20,7
Castilla y León
DLR
18,6
PSOE
13,5
PRRS
12
Castilla la Mancha
PSOE
22,5
Agrarios
11,9
DLR
11,3
Com. Valenciana
PRRS
21,6
PSOE
15,5
DLR
14,4
Cataluña
ERC
53
LIC
14
PRR
9,4
Extremadura
PSOE
44,7
PRR
23,2
PRRS
10,8
Galicia
FRG
28
PRR
20,6
PSOE
16,4
Madrid
PSOE
38
RI
11,1
PRF
9,5
Murcia
PRRS
28,1
PRR
28,1
PSOE
20,2
Navarra
Cat. Fueristas
25,3
Republicanos
21,7
Tradicionalistas
12,9
País Vasco
PNV
29,8
Cat. Fueristas
14,7
Tradicionalistas
14,2
Rioja
PRRS
50,4
PSOE
23
Liberales Demócratas
13,2


Esta tabla nos da sin duda una idea de la fragmentación ideológica que existían en el país, teniendo en cuenta estas diecisiete comunidades, se produjeron las victorias de diez partidos diferentes
Sin embargo estos resultados estaban lejos de ser los definitivos debido a varias razones (5):
-Tal y como marcaba la normativa electoral, el acceso a un escaño no era directo aunque el candidato consiguiera un puesto dentro de los diputados que correspondía a cada circunscripción, sino que debía conseguir como mínimo un 20% de los votos y en caso contrario la elección de ese escaño en concreto debía repetirse en una segunda vuelta que en este caso se celebró el 12 de Julio, entrando en disputa doce escaños de distintas circunscripciones. Destacó entre ellos sin dudas el último escaño que se dilucidaba en Madrid, conseguido por Ángel Herrera Oria, futuro cardenal, pero que se quedó en el 18% de los votos. En la segunda vuelta la disputa se centro en el candidato presentado por los republicanos frente al de Acción Nacional, que en este caso no fue el propio Herrera Oria debido que este había sido elegido en otra provincia.
-En la provincia de Lugo se anuló la elección, siendo repetida la votación el 28 de Agosto.
-La normativa electoral preveía también que los candidatos se podían presentar en distintas circunscripciones, debiendo tomar posesión evidentemente solo de una, y repitiéndose también la elección. Como caso más significativo sin duda el de Lerroux, que fue elegido en cinco circunscripciones, tomando posesión del que había conseguido en Madrid capital. De esta manera el día 4 de Octubre en primera vuelta y el 11 si fue necesario en segunda se disputaron hasta veinte escaños de los cuales más o menos en la mitad de los casos el vencedor pertenecía a un partido distinto al inicial. También se celebraron conjuntamente elecciones parciales debido a la muerte de dos candidatos.
En todo este lapso de tiempo había dado tiempo además a que los distintos partidos y coaliciones se fragmentaran, unieran o surgieran en ellos disidencias y separaciones. Entre los partidos perdedores fue donde más cambios se produjeron, así la DLR se dividió entre los que siguieron a Maura en el Partido Republicano Conservador y los que siguieron a Alcalá-Zamora en el Partido Republicano Progresista. Las derechas no republicanas se reorganizaron en dos grupos parlamentarios, el agrario, con los diputados que se habían presentado con esta denominación, los de Acción Nacional y otros independientes, y el grupo Vasco Navarro formado por el PNV, los tradicionalistas y los católicos fueristas.
Pero no fueron los únicos, los radicales socialistas, radicales y socialistas sufrieron tanto escisiones como la marcha de algún diputados a otros grupos parlamentarios. Los más beneficiados fueron Acción Republicana o la Asociación al Servicio de la República, que vieron aumentado el número de sus diputados, mientras que en torno a ERC se creó Esquerra Catalana que además de los republicanos catalanes integró a distintos diputados de izquierda.


















Sesión de apertura de las Cortes Constituyentes con el gobierno en primer fila.
En definitiva, la composición de las Cortes Constituyentes en el momento de su inauguración fue la siguiente:
PSOE
113
Socialista disidente
1
Radicales
88
Radical separado
1
Radicales Socialistas
52
Radicales Socialistas Independientes
2
Acción Republicana
30
Esquerra Republicana
36
Lliga Regionalista
4
Partido Socialista de Cataluña
4
Acción Catalana
2
Federales
11
Federales Independientes
2
Conservadores
14
Progresistas
8
Asociación al Servicio de la Republica
13
Federación Regionalista Gallega
19
Agrarios
24
Vasco Navarros
15
Radical Socialista Revolucionario
1
Republicano Galleguista
1
Republicano Liberal Demócrata
2
Unión Liberal Parlamentaria
1
Monárquico Liberal
1
Independientes
17


Ideológicamente se podrían agrupar así:
Izquierda Obrera: 122
Izquierda Republicana: 254 (6)
Centro y Derecha Republicana: 46
Derecha conservadora no republicana: 40
Por último, no tomaron posesión de su cargo dos diputados, Calvo Sotelo por estar en el exilio (7) y Cossío por enfermedad, tampoco lo hicieron cuatro por fallecimiento, uno por renuncia y otro, Alcalá Zamora, por incompatibilidad al ser nombrado Presidente de la República.
Se conformaba de esta forma una cámara eminentemente izquierdista, laica y republicana, cuya ideología se vería traducida en la Constitución.

SALUDOS.


(1) Ver artículo sobre el gobierno provisional de la República.
(2) Ver artículo sobre los partidos políticos republicanos.
 (3) Ver artículo sobre la legislación electoral de la II República
(4) He tomado esta referencia ya que es la que utiliza el libro “Estadísticas Históricas de España”, que he utilizado como referencia. Si se quiere ver por las circunscripciones reales, se puede consultar la página web, “Historia Electoral”.
(5) Ver artículo sobre la legislación electoral de la II República.
(6)He incluido en este grupo al Partido Radical, tal y como lo hace Diego Martinez Barrios en sus Memorias. Posteriormente, en 1933 lo incluiría dentro de los partidos de centro.
(7) Se encontraba en Francia, exiliado debido a la legislación sobre responsabilidades de aquellos que hubieran colaborado con la dictadura dictada por el gobierno republicano. Volvería en 1934 aprovechando el generoso indulto aprobado por el gobierno radical-cedista.

BIBLIOGRAFÍA:
“Historia de España”, Casanova, Julián
“En el combate de la Historia” Viñas, Ángel (Coord.) y otros.
“Las Constituyentes de 1931, unas elecciones de transición”  Tusell, Javier y otros.
“Estadísticas históricas de España, siglos XIX y XX”, Tafunell, Xavier y Carreras, Xavier (Coord.)
“Memorias”  Martinez Barrio, Diego
“Así cayó Alfonso XIII”  Maura, Miguel
“No fue posible la paz” Gil Robles, Jose María.
“Memorias”  Alcalá Zamora, Niceto.
“Pequeña Historia de España”  Lerroux, Alejandro.
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