jueves, 4 de diciembre de 2014

Republicanos durante la II República: Conservadores e independientes

Si hubo un espacio que el republicanismo no lograra ocupar, por lo menos como movimiento de masas, sin duda ese fue el de la derecha conservadora. Existieron varios partidos politicos de tendencia republicana y conservadora, la mayoría liderados por políticos de distinto signo que ya había ejercido como tal durante el régimen anterior y que en buen número habían sido considerados, especialmente durante los momentos clave del fin de la Monarquía, como constitucionalistas por su empeño por volver a la Constitución de1876 como solución a la situación creada con la llegada y posterior caida la dictadura de Primo de Rivera.
Así las cosas, durante la II República algunos se integraron en los partidos republicanos de corte conservador o actuaron como independientes.

MIGUEL MAURA GAMAZO










Nacido en Madrid en 1887, era hijo de uno de los políticos mas influyentes de la Restauracíon, el conservador Antonio Maura y al igual que gran parte de sus  hermanos pronto dirigió su actividad hacia la política dentro del conservadurismo monárquico de su padre, siendo elegido en 1916 por primera vez como diputado.
Su reacción frente a la llegada de la dictadura de Primo de Rivera y el fin de la Monarquía parlamentaria que tanto había defendido su padre fue algo ambigua. En un principio si no apoya no se opone a la llegada de la dictadura, pero posteriormente evolucionará hacia un inicial rechazó al régimen dictatorial y después, ante la negativa del rey a volver a la legalidad constitucional anterior, a posiciones republicanas.
De esta manera será uno de los promotores y firmantes del Pacto de San Sebastian por el cual distintas fuerzas se compormetían a unirse para promover al llegada de la República, llegando a ser detenido y encarcelado debido a su apoyo al levantamiento de Jaca.
Fundó en 1930 con otro antiguo monárquico, Alcalá Zamora, el partido Derecha Liberal Republicana con el cual ambos políticos pretendían dar a la República un caracter aconfesional y moderado. Miembro del Comité Revolucionario fué nombrado una vez que dicho comité se transformó en Gobierno Provisional tras la caída de la Monarquía, Ministro de Gobernación que seguramente en esos momentos el cargo mas influyente en el gobierno tras la presidencia que ocupaba su correligionario Alcalá Zamora. Ante la incertidumbre que creó la dimisión de último gobierno monárquico y la indecisión del Rey, Maura fué, fruto de su caracter impulsivo y visceral,  el miembro mas decidido del autoproclamado gobierno de la República a la hora de tomar el poder. Al contrario que otros de su compañeros que preferían esperar acontecimientos, Maura junto con Alcalá Zamora abogaron por tomar el poder inmediatamente, arrastrando prácticamente al resto del gobierno al Ministerio de Gobernación donde tomó inmediatamente posesión.
Durante su mandato se dieron innumerables conflictos sociales, siendo los mas importantes la quema de conventos, expulsión del cardena Segura o los levantamientos anarquistas.
En las elecciones de 1931 la Derecha Liberal Republicana no consiguió movilizar al electorado conservador, todavía algo descolocado y reticente al nuevo régimen, obteniendo tan solo 22 escaños en las nuevas Cortes Constituyentes. La conclusión a la que llegaron los dos grupos del partido, el liberal y el conservador. fueron muy distintas. Para Alcalá Zamora el partido se había derechizado en exceso y se había alejado del centro,  mientras que para Maura un excesivo centrismo le había impedido llegar al electorado derechista.
Así las cosas en 1931 el partido cambia su nombre por Partido Republicano Progresista y poco después, en 1932, Maura junto con 13 de los diputados se escinden creando el Partido Republicano Conservador.
Anteriormente había dimitido de su ministerios al mismo tiempo de Alcala Zamora de la presidencia del gobierno debido a la aprobación del artículo 26 de la Constitución que tachaban de anticlerical. Algunos apuntaron a que Maura aprovechó la ocasión para dejar un puesto que le estaba pasando factura físicamente.
El nuevo partido tuvo en principio una gran acogida en el entorno derechista creando grandes expectativas, sin embargo la aparición de la CEDA y su carácter confesional hicieron que las masas conservadoras se decantaran por el partido de Gil Robles dejando en las elecciones de 1933 al partido de Maura con 17 escaños, aún por debajo de la DLR en 1931.
A partir de ese momento el PRC se convirtió en un partido residual que se fué aliando con radicales y conservadores para sobrevivir de modo que en las elecciones de 1936 no presentó candidaturas en todas las circunscripciones y consiguió solo tres diputados. Maura se apartó entonces de la primera linea política dedicandose a escribir una serie de artículos sobre lo que el consideraba que debía ser la evolución del régimen y abogando por lo que el llamó una Dictadura Nacional Republicana que sirviera de transición para superar el clima de enfrentamiento que llevó a la Guerra Civil.
Al parecer llegó a ser llamado por Azaña para formar gobierno con el fin de calmar a los golpistas, pero al igual que Martinez Barrio se topó con la oposición de las masas obreras. A raiz del golpe de estado y a sabiendas de que las milicias le buscaban, optó por exiliarse con la ayuda Indalecio Prieto que le facilitó la marcha a Francia.
Una vez allí trabajó para la vuelta de la democracia y la reconciliación en España, pero ante su fracaso volvió al pais en 1953 muriendo en Zaragoza en 1971.
Escribió como resumen de sus vivencias el libro "Asi cayó Alfonso XIII" de gran interés.




MELQUIADES ALVAREZ GONZALEZ-POSADA




 



Nacido en Gijon en 1864 en una familia de clase media acomodada, estudiará Derecho en la Universidad de Oviedo ejerciendo posteriormente tanto la enseñanza como la abogacía y llegando a ser catedrático de la Universidad y decano del Colegio de Abogados. Ejerció también el periodismo y se inició en la política siendo elegido además en 1898 diputado por Asturias.
Políticamente fué siempre republicano militando en la histórica Unión Republicana si bien la crisis del republicanismo de principios de siglo XX con la desparición de sus líderes históricos, la escisión que supuso la creación del Partido Radical y su insatisfacción con las alianzas republicano-socialistas le llevaron a seguir su propio camino creando el Partido Reformista, de alma republicana pero dispuesto a colaborar con el sistema de la Restauración con el fin de democratizarle desde dentro. Este accidentalismo le llevó a colaborar con el Partido Liberal dinástico y a liderar una gran coalición a raiz de la crisis de 1917 junto con liberales de izquierda, regionalistas, republicanos y socialistas con el fin de regenerar el sistema que no fué aceptado por el rey.
A partir de su primera elección conseguiría escaño en las distintas convocatorias electorales que se sucedieron hasta 1923 llegando a ocupar el cargo de Presidente de las Cortes y siendo muy conocido por su excelente oratoria. Durante la dictadura de Primo de Rivera se opuso frontalmente a ella colaborando con varias de las conspiraciones que existieron.
La llegada de la República le pilla un poco en fuera de juego ya que el seguía defendiendo la democratización desde dentro del sistema monárquico, llegando a ser llamado por el rey para formar gobierno lo cual rechazó debido a que consideraba que antes debían elegirse unas Cortes Constituyentes.
No formó por tanto parte del bloque republicano-socialistas que lideró la llegada de la República y a pesar de que su partido cambio su denominación por el de Partido Republicano Liberal Demócrata este se convirtío en una fuerza residual con implatación solo en Asturias y virando además del centro izquierda al centro derecha.
Esto le llevó a partir de 1933 a colaborar con los gabinetes radicales, apoyando la represión consiguiente a la revolución de Asturias lo que junto con la defensa que hizo de Jose Antonio Primo de Rivera a raiz de su detención le valió la enemistad de la izquierda y el odio de los grupos obreros lo que sellaría su destino.
Un mes después del levantamiento militar del 18 de Julio, Melquiades Alvarez fué recluido sin causa junto con otras personalidades de la política española en la cárcel Modelo de Madrid, de donde fué sacado el 22 de Agosto y fusilado sin que hubiera mediado juicio alguno. Esta muerte causó gran impacto en los políticos, especialmente en los republicanos llegando el presidente de la República, Manuel Azaña a intentar dimitir por la muerte del que había sido su mentor político.



SANTIAGO ALBA










Nacido en 1872 en Zamora, estudió Derecho en la Universidad de Valladolid si bien su actividad profesional se encaminó hacia el periodismo llegando en 1893 a comprar el periódico "El Norte de Castilla" a la vez que se iniciaba políticamente a nivel local siendo uno de los promotores de la creación del partido Unión Nacional junto con Joaquin Costa y Basilio Paraiso.
Con este partido dará el salto a la política nacional siendo nombrado diputado en 1901 por Valladolid. La crisis del partido con el alejamiento de Costa llevará a Alba a militar en el dinástico Partido Liberal siendo elegido a partir de entonces en las distintas elecciones que se produjeron hasta 1936.
Durante el periodo monárquico ocupará cargos en los distintos gobiernos liberales, entre ellos los ministerios de Marina, Gobernación, Instrucción Pública, Haciendo o Estado, cargo este último en el que le sorprendería el golpe de estado de Primo de Rivera, hecho por el cual procedería a exiliarse en Francia.
En 1930 una vez producida la caída del dictador, volvió a España siendo propuesto por los llamados constitucionalistas para dirigir un gobierno que supusiera un retorno a la situación anterior a la Dictadura, ell Rey sin embargo prefirió poner al general Dámaso Berenguer, militar en su confianza. Caído el gobierno de la llamada "Dictablanda" el rey intentaría contactar con el para que formara gobierno, sin embargo la situación había cambiado radicalmente y Alba respondió que "ya no era tiempo de ellos" refiriéndose a los "constitucionalistas".
Con la llegada de la República se incorporó al Partido Republicano Radical  ocupando durante el periodo de los gobiernos radicales y radicales-cedistas entre 1933 y 1935 la Presidencia del Congreso de los Diputados
Al estallar la guerra volvería a exiliarse esta vez en Portugal de donde volvería en 1945 sin volver a intervenir en la vida política y falleciendo en San Sebastian en 1949.




FELIPE SANCHEZ ROMAN Y GALLIFA








Nacido en Madrid en 1893 estudió en la Universidad Central de Madrid la licenciatura de Derecho que terminó en 1913 obteniendo el premio extraordinario de licenciatura y posteriormente en 1915 el premio extraordinario de Doctorado, en esta ocasión junto a Jose Calvo Sotelo.
Pasó a partir de este momento a ejercer la enseñanza en la Universida Central como catedrático, salvo un pequeño paréntesis durante la dictadura de Primo de Rivera, hasta que en 1939 fué depurado por la dictadura franquista.
Su paso a la política fue relativamente tardió, al renunciar a la cátedra en 1929  por oposición al régimen pasando de ese momento a integrarse en los distintos movimientos republicanos que se produjeron en la época, formando parte de la Agrupación al Servicio de la República, asistiendo al pacto de San Sebastián y defendiendo a algunos de los miembros del comite revolucionario cuando fueron encarcelados y juzgados.
Consiguió acta de diputado en 1931 participando en la comisión designada para el proyecto constitucional. En 1933 no conseguiría acta de diputado y en 1934 formaría junto con algunos antiguos miembros de la Agrupación al Servicio de la República como Justino de Azcárate y otros políticos procedentes del desmembramiento de los distintos partidos republicanos. Invitado a integrarse en la Unión Republicana de Martinez Barrio, el partido de Sanchez Román declinó la invitación pero posteriormente intentó la formación de un frente común formado por ambos partidos mas Izquierda Republicana como embrión del Frente Popular. Se intento abarcar un arco ideológico mas extenso con la inclusión de los socialistas, sin embargo la exigencia de Largo Caballero de que entrara también el Partido Comunista hizo que el PNR abandonara finalmente la coalición sin que llegara finalmente a presentarse a las elecciones de 1936.
El 19 de Julio de 1936 una vez rebeladas algunas de las fuerzas militares de la República, Sanchez Román formó parte del gobierno de Martinez Barrio en un vano intento por detener la sedición.
En 1939 tras la derrota de la República se exilio en Mexico donde siguió ejerciendo la abogacía, ocupando cargos de asesoría a la Presidencia de Mexico además de otros académicos. Siguió colaborando con la causa republicana si bien ya desde un segundo plano.
Falleció en Ciudad de Mexico en 1956



JOAQUIN CHAPAPRIETA Y TORREGROSA







Nacido en Torrevieja en 1871 estudió derecho en Madrid donde se estableció posteriormente como abogado alcanzando gran renombre entre la profesión.
Elegido diputado en las Cortes por primera vez en 1901, militó en varios grupos políticos siempre cercanos a la izquierda monárquica y liberal, siendo elegido de nuevo diputado en varias ocasiones y ocupando cargos de cierto relieve en los distintos gobiernos que se sucedieron hasta llegar a ocupar el puesto de Ministro de Trabajo en 1922 con el gobierno de Garcia Prieto, cargo que ocupó hasta el golpe de estado de Primo de Rivera, momento este en el que se retiró de la vida política para dedicarse a su profesión..
Con la caida del dictador volvió a la actividad política formando parte de algunos movimientos que pretendían la vuelta a la legalidad constitucional anterior, pero el fracaso de estas iniciativas le llevaron a formar parte de la Derecha Liberal Republicana que posteriormente abandonó.
En 1933 consiguió acta de diputado como independiente por Alicante formando parte como Ministro de Hacienda en el gobierno que formó Lerroux en 1935. La caida de este por los escándalos de corrupción hizo que Alcalá Zamora llamara a Chapaprieta a formar un gobierno eminentemente técnico que contaba con el apoyo inconstante de radicales, CEDA y los agrarios.
En Diciembre de 1935 Chapaprieta disolvería el gobierno debido a la sucesión de escándalos y a la desintegración del bloque parlamentario en que se habíanb apoyado los gobiernos desde 1933. Su sucesor fué Portela Valladares, en cuyo gobierno conservó la cartera de Hacienda.
En febrero de 1936 consiguió de nuevo acta de diputado como independiente pero tras el golpe de estado de Julio de 1936 y la posterior Guerra Civil, Chapaprieta se retiraría de la política muriendo en Madrid en 1951.
En 1971 se publicaron sus memorias "La Paz fué posible"

 MANUEL PORTELA VALLADARES






Nacido en Pontevedra en 1867 estudió Derecho en Santiago de Compostela instalandose posteriormente en su ciudad de origen donde ejerció como periodista y fué decano del Colegio de Abogados.
En 1898 conseguirá plaza de registrador de la propiedad en Madrid, donde se instalará y comenzará su actividad política en el Partido Liberal siendo elegido en 1905 diputado a Cortes en la provincia de Lugo consiguiendo el mismo puesto en las distintas elecciones hasta 1923 momento del golpe de estado de Primo de Rivera y ocupando distintos puestos de responsabilidad durante este periodo llegando a ser Ministro de Fomento del último gobierno constitucional anterior al golpe.
Uno de estos puestos, el de gobernador civil, le llevó en dos ocasiones a Barcelona donde además de contraer matrimonio con una aristócrata catalana se iniciaría en la masonería.
Al igual que otro políticos durante la dictadura se retiraría de la política activa dedicádose a su profesión y fundando el periódico El Pueblo Gallego.
En 1930 con la caida de la dictadura y la mas que previsible de la monarquía, las fuerzas políticas gallegas incian al igual que en toda España un periodo de reorganización con el fin de encarar los nuevos tiempos que se avecinaban. En 1930 un grupo de republicanos ser reunirían en el llamado pacto de Lestrove alrededor de la figura de Casares Quiroga, como respuesta otro grupo algo mas ambiguo se hizo lo propio en el llamado Pacto de Barrantes con la presencia de Castelao y el propio Portela con el fin de disputar la hegemonía de la política gallega a los primeros.
Elegido durante la II República nuevamente diputado por Lugo en 1931, durante el gobierno radical-cedista  volvería a ocupar el puesto de Gobernador Civil de Barcelona y en dos ocasiones ministro de Gobernación en los gabinetes radicales.
En Diciembre de 1935 y tras la caida del gobierno de Chapaprieta el Presidente de la República se negaría a entregar el poder a Gil Robles debido a sus dudas sobre su lealtad republicana, llamando a forma gobierno a Portela Valladares con la intención de que disolviera las Cortes y convocara elecciones generales. A la vez capitaneaba el propio Portela la creación de un partido de centro auspiciado por Alcalá Zamora que evitara el violento balanceo de izquierda a derecha que se había producido hasta ese momento en la política republicana.
Dedicó Portela no solo todas sus energías para impulsar este proyecto, sino también según sus críticos las del estado, aprovechando a los gobernadores civiles para facilitar la campaña del nuevo partido.
Los resultados sin embargo serían muy modestos con 17 diputados que no le permitían tener una influencia real en la política republicana. Pronto se vió además Portela presionado por políticos derechistas y militares a dar una suerte de golpe de estado para evitar el reconocimiento de la victoria del Frente Popular a lo cual se negó reconociendola el 19 de Febrero y dimitiendo como presidente del consejo.
Muchas han sido las críticas que se han dedicado a esta decisión considerándola una cobardía por parte del político gallego, otros sin embargo la achacan a las presiones de recibió a derecha e izquierda pensando que entregando el poder a los vencedores evitaría tanto la reacción de sus masas como los intentos de golpe de estado.
Al estallar la Guerra Civil Portela se exilió en Francia permaneciendo en principio fiel a la República y volviendo a España temporalmente para participar en las Cortes reunidas en Valencia y presidir el servicio de ayuda a los refugiados, el SERE, teniendo que volver a exiliarse al finalizar la contienda a Francia.
La imposibildad de trasladarse a America hizo que sufriera la persecución de la Gestapo y los servicios secretos franquistas, sin que llegara a ser extraditado, por lo que al final de la guerra participó de alguno de los intentos por recomponer la oposición al régimen franquistas muriendo en 1952 en el pais galo.
Hay sin embargo un hecho que empañó su fidelidad a la República debido a una carta que supuestamente envió durante la Guerra Civil  a través de su mujer, aristócrata como ya se ha dicho y favorable al bando franquista, en la cual mostraría su apoyo a la causa rebelde para asegurarse su vuelta a España. Una vez que Franco rechazó su petición sería cuando volvería a comprometerse con la causa republicana. La veracidad de esta información ha estado siempre en entredicho y para muchos fué un intento del nuevo régimen de manchar la figura de político gallego una vez se decidió a volver a al zona republicana y a participar en sus instituciones.

SALUDOS.



lunes, 29 de septiembre de 2014

LA CONSTITUCION DE 1931 (I)




Uno de los hechos que mas destaca sin duda en la llegada de la II República a España es la prontitud con la que el gobierno provisional convocó elecciones a Cortes Constituyentes. Los miembros del gobierno se sentían legitimados a ejercer el poder merced al resultado de las elecciones municipales del 12 de Abril, tal y como reflejaron en el decreto de 3 de junio por el cual se convocaban las elecciones.

“No obstante su designación, emanada del pueblo, al que se sometió  la composición, previamente conocida, de este Gobierno; aún seguro del asentimiento y esperanzado en la ratificación para sus iniciativas; fortalecido por la asistencia popular y la cohesión interna; sin agotar, ni aún desenvolver en gran parte, el programa de reformas, en que se fundió la concordia de nuestros convencimientos, y la transacción entre nuestras significaciones, a pesar de todo ello, alentador para un ejercicio para un ejercicio más dilatado del Poder provisional, hemos creído que debíamos con premura, no superada en casos tales, convocar la Cortes Constituyentes”

Alcalá Zamora, presidente del gobierno provisional.

Sin embargo, y a pesar de algunas opiniones en contra que aconsejaban ejercer el poder durante un periodo de transición, la mayoría consideraba estas elecciones claves para asentar el nuevo régimen:
“Así la legalidad, sin ejemplo, de la revolución española, se consolidará en la continuidad restablecida de los órganos y métodos parlamentarios”.

Dichas elecciones debían dar como resultado la elección de unas Cortes Constituyentes cuya labor más inmediata debía ser  aprobar una Constitución que diera respuesta a los retos a los que se enfrentaba la incipiente República.

“A las Cortes habrá de someterse, con la obra esencial de la Constitución, el Estatuto para Cataluña, que coordine su voluntad y aspiraciones….
Será también objeto de deliberaciones la ratificación y enmienda de cuanta obra legislativa acometiera este Gobierno, las leyes orgánicas, complementarias de la fundamental; el juicio definitivo sobre las magnas responsabilidades de régimen caído, y todas las reformas que con respeto se presentarán ante las Cortes….  Destácense entre ellas, por su interés, las de renovación y justicia social, en que algunos hallaron la razón determinante, junto con su fe republicana, para colaborar en la obra revolucionaria…..”

Con anterioridad a dicha convocatoria y elección, el gobierno provisional había creado una Comisión Jurídica Asesora con una subcomisión  dedicada en exclusiva  a redactar un anteproyecto de Constitución. Dicho anteproyecto estaba sin duda abocado al fracaso, entre otras cosas por la  heterogénea composición del gobierno. Tampoco ayudo sin duda que el presidente de la subcomisión fuera Ossorio y Gallardo, reputado jurista y político, pero con ideas algo difusas, tal y como demuestra que se registrara como independiente  en el Congreso con la denominación “Monárquico sin rey al servicio de la República”. 

 
Ossorio y Gallardo fue encargado por el gobierno de redactar el anteproyecto de Constiución.

La redacción de este anteproyecto daba a la incipiente República un carácter eminentemente moderado, por no decir conservador muy al gusto del presidente del gobierno, Alcalá Zamora, sin embargo la mayoría de los miembros del gobierno no estaban dispuesto a que el nuevo régimen se limitara a eliminar el componente subjetivo que significaban los grandes poderes que tenía el rey en el anterior, y buscaban una República más reformista y social.

Las elecciones generales dieron como resultado unas Cortes Constituyentes donde los republicanos de izquierda junto con los socialistas conformaban una amplia mayoría que tendría una gran trascendencia en la redacción de la nueva Constitución.

El 28 de Julio, las nuevas Cortes nombraron una comisión encargada de redactar un proyecto de Constitución que posteriormente tendría que ser debatido en la Cámara. Dicha comisión reflejaba la composición de la cámara y estaba formada por cinco socialistas (Luis Jiménez de Asía, Luis Araquistaín, Tifón Gómez, Jerónimo Bugeda y Enrique de Francisco), cuatro radicales (Emiliano Iglesias, Ricardo Samper, Clara Campoamor y Justo Villanueva), tres radicales socialistas (Leopoldo García Alas, Juan Botella y Fernando Valera) dos de izquierda catalana (Gabriel Alomar y Antonio Xirau), uno de Acción Republicana (Mariano Ruiz Funes), uno de la ORGA (Antonio Rodríguez), un federal (Bernardino Valle), un republicano progresista (Juan Castrillo), uno de la Agrupación al Servicio de la República (Alfonso García Valdecasas), un vasco-navarro (Jesús María Leizaola) y un agrario (José María Gil Robles).

Luis Jiménez de Asúa fue elegido presidente, Emiliano Iglesias vicepresidente y Fernando Valera y Alfonso García Valdecasas secretarios.

 
Luis Jimenez de Asúa, presidente de la Comisión para la redacción de la Constitución.

La redacción del proyecto se hizo en un breve plazo, veinte días, entregándose a la cámara el día 18 de Agosto e iniciándose los debates el día 27 de Agosto. Dicha premura sin duda significó que los debates en la cámara fueran más largos de lo normal debido a la falta de un amplio debate sobre el proyecto a presentar.

El debate comenzó con tres turnos de diputados a favor y tres en contra, a favor hablaron Claudio Sánchez Albornoz, Luis de Zulueta y Luis de Tapia, y en contra Ramón Molina, José Alvarez-Buylla y Basilio Alvarez. También intervino Pedro Sainz Rodriguez que teóricamente lo iba a hacer a favor pero terminó atacando el proyecto. Después, un representante de cada minoría intervinieron fijando sus posiciónes, posicionándose a favor, Rafael Guerra (Radical), Felix Gordón Ordas ( Radical Socialista), Roberto Novoa (ORGA), Fernando de los Rios (Socialista), Lluis Companys (ERC), Jose Ortega y Gasset (Agrupación al Servicio de la República), en contra, Ricardo Gomez Rojí  (Agrario),  Jesus María de Leizaola (Vasco Navarro) y Melquiades Alvarez (Independiente) y sin posicionamiento defintivo, Jose Franchy (Federal) y Carlos Blanco (Progresistas).

Celebrada la votación, se aprobó el dictamen de la Comisión en su totalidad, pero faltaban las discusiones y votaciones de los artículos. Seguidamente pondré la redacción definitiva de los artículos, una vez modificados con respecto al dictamente, y aquellos que tuvieron una mayor discusión.

PREAMBULO:

España, en uso de su soberanía y representada por las Cortes Constituyentes, decreta y sanciona esta Constitución.

De las discusiones que se dieron durante los debates nos puede dar una idea la que planteó en el mismo preámbulo y que aunque nos pueda parecer una cuestión baladí, nos muestran dos formas muy distantes de ver el país. Mientras el diputado conservador Royo Villanova propuso que se sustituyera “España” por “Nación española”, mientras que el republicano federal Pi y Arsuaga quería que se hiciera por “Pueblo español”

 
El agrario Royo Villanova fue uno de los diputados más activos en los debates constitucionales.

TITULO PRELIMINAR

Disposiciones generales:

Artículo 1º

España es una República democrática de trabajadores de toda clase, que se organiza en régimen de libertada y de justicia.
Los poderes de todos sus órganos emanan del pueblo.
La República constituye un Estado integral, compatible con la autonomía de los Municipios y las Regiones.
La bandera de la República española es roja, amarilla y morada.

Este artículo, que aunque en líneas muy generales definía al fin y al cabo la República, tuvo varias discusiones de importancia. En el dictamen se definía a España solo como un estado democrático cuyos poderes emanaban del pueblo, sin embargo los radicales socialistas pretendían, a través de Victoria Kent, que se denominara al República como “liberal, democrática y social. Por otra parte, los socialistas defendían la denominación como República de trabajadores. Por fin, los federales sostenían que se denominara como federal.

La primera proposición fue rechazada, la de los socialistas parcialmente modificada al quedar como una República de trabajadores de todas clases y la tercera, si bien los federales consiguieron en principio la definición como de “tendencia federativa” finalmente desapareció quedando un inciso a las autonomías.

Artículo 2.

Todos los españoles son iguales ante la ley.

Artículo 3.

El estado español no tiene religión oficial.

Aunque parezca extraño, este artículo no tuvo grandes discusiones debido a que se producirían posteriormente.

Artículo 4.

El castellano es el idioma oficial de la República.
Todo español tiene la obligación de saberlo y el derecho de usarlo, sin perjuicio de los derechos que las leyes del Estado reconozcan a las lenguas de las provincias o regiones.
Salvo lo que se disponga en leyes especiales, a nadie se le podrá exigir el conocimiento ni el uso de ninguna lengua regional.

El artículo propuesto por la comisión era bastante más escueto, ya que se limitaba a dar el título de lenguaje oficial al castellano y dejar que las leyes reconocieran el resto en los territorios que fuera oportuno.

Sin embargo se presentaron numerosas enmiendas al respecto siendo la de Unamuno la que finalmente tuvo mas incidencia en la redacción final si bien en su propuesta contemplaba la prohibición absoluta de poder exigir el conocimiento de las lenguas regionales y finalmente se decidió dejar la posibilidad de hacerlo debido a que pudiera ser imprescindible para ciertos funcionarios.

 
Unamuno logró imponer su criterio sobre las lenguas regionales.

Artículo  5

La capitalidad de la República se fija en Madrid

Artículo 6

España renuncia a la guerra como instrumento de política nacional.

Este artículo tuvo el único rechazo del conservador Royo Villanova que pidió su retirada a lo cual no se avino la Comisión.

Necesitó sin embargo este artículo la aclaración por parte del presidente de la Comisión Jimenez de Asúa sobre las operaciones en Marruecos que no consideraba como de guerra, sino como acciones de policía.

Artículo  7

El estado español acatará las normas universales del Derecho Internacional, incorporándolas a su derecho positivo.

Royo Villanova volvió a oponerse, pero su petición fue rechazada.

SALUDOS.